La parálisis facial causa debilidad repentina y temporal en los músculos de la cara, lo que hace que la mitad del rostro pierda el tono muscular y se vea caído. Por lo tanto, suele tener un gran impacto emocional en la calidad de vida de las personas afectadas, hecho éste que deviene en una pérdida de confianza e incluso en episodios de vergüenza. En este artículo te vamos a enseñar cómo la fisioterapia puede ayudarte y varios ejercicios de rehabilitación para que vuelvas a recuperar tu expresión facial y tu autoestima.
¿QUÉ ES LA PARÁLISIS FACIAL?
La parálisis facial es un síndrome agudo que afecta al nervio facial o séptimo par craneal y que se caracteriza por pérdida o disminución de la función motora y sensorial de la musculatura de la cara. Esta lesión provoca una afectación del movimiento total o parcial del movimiento muscular voluntario de un lado de la cara.
La parálisis facial puede ser central o periférica, según dónde se produzca la lesión del nervio y cuál haya sido el mecanismo causante.
En la parálisis facial central se da una interrupción de las fibras nerviosas que unen la corteza cerebral con el nervio facial que afecta a la hemicara opuesta donde se encuentra la lesión. Esto provoca una parálisis de la mitad inferior de la cara, afectando al contorno de la boca y la mejilla. Este tipo de parálisis facial suele ser frecuente en caso de ictus o accidente cerebrovascular.
La parálisis facial periférica o parálisis de Bell se produce en el mismo lado de la cara donde se halla la lesión, y se caracteriza por una asimetría de la cara cuando está en reposo. El lado afectado la cara carece de expresión, el ángulo bucal es traccionado hacia abajo, el ojo del lado afectado se observa exageradamente abierto y la mitad de la cara o parte de ella se aplana, perdiendo los surcos naturales.
En la mayoría de los casos la parálisis facial es temporal y en un plazo de semanas o meses se recupera el tono de la musculatura, aunque algunas personas pueden continuar teniendo los síntomas de por vida.
Causas de la parálisis facial
La causa de la parálisis facial suele ser el daño o hinchazón del nervio facial, o daño en la zona del cerebro que envía las señales a los músculos de la cara.
Según su etiología, se pueden distinguir diferentes tipos:
- Parálisis facial idiopática, también llamada parálisis de Bell. Ocurre en el 40% de los casos, sin importar el sexo a la persona. Suele aparecer entre los 18 y los 50 años.
- Parálisis facial traumática. Los traumatismos craneoencefálicos están detrás del 25% de los casos de parálisis facial.
- Parálisis facial tumoral. Se produce en el 13% de los casos.
- Parálisis facial por Herpes Zoster ótico.
- Parálisis facial por otitis.
La enfermedad de Lyme, que transmiten las garrapatas mediante su picadura, también se relaciona con la parálisis facial. Por lo tanto, cuida a tu mascota para que estos parásitos no le afecten.
Síntomas de la parálisis facial
Algunos de los signos y síntomas más habituales de la parálisis facial son:
- Dificultad para realizar diferentes expresiones con la cara.
- Imposibilidad para levantar la ceja y cerrar el ojo (el globo ocular se proyecta hacia arriba dejando ver sólo la esclerótica blanca; esto es lo que se conoce como el Signo de Bell).
- Debilidad muscular en el rostro, lo que provoca labio y párpado caído.
- Incapacidad para sonreír.
- Alteración del habla y de la masticación.
- Incapacidad para sonreír.
- Cambios en la sensibilidad de la cara.
- Sequedad de lágrimas y saliva, por una disminución en la producción de las glándulas lacrimales y salivales.
- Disminución en la capacidad de saborear (ageusia).
- Dolor de cabeza, alrededor de la mandíbula o dentro o detrás de la oreja del lado afectado.
- Dolor en el oído con ruidos fuertes.
TRATAMIENTO DE LA PARÁLISIS FACIAL
El tratamiento de la parálisis facial puede ser farmacológico y fisioterapéutico. No es habitual que se recurra a la cirugía.
Los medicamentos más utilizados son los corticoesteroides con efecto antiinflamatorio y los antivirales, cuando el virus (como el herpes simple o el herpes Zoster) es el causante de la parálisis.
El tratamiento fisioterápico estará orientado disminuir las complicaciones y efectos secundarios producidos por la parálisis facial para recuperar la simetría de la cara y de los movimientos.
Un fisioterapeuta te puede ayudar a disminuir dolor y estimular los músculos afectados, así como a relajar la musculatura contraria donde suelen aparecer tensiones y pequeñas contracturas.
Dependiendo de la afectación, puede haber un aumento del tono muscular (hipertonía) o una disminución (hipotonía), lo que determinará el tipo de actuación.
Desde la fisioterapia se emplean diferentes técnicas para tratar la parálisis facial:
- Calor local: mediante el uso de una compresa húmeda-caliente ayudamos a mejorar la circulación en la zona.
- Electroterapia: aunque aún existen dudas respecto a su uso y efectividad, ya que se estimula el punto motor del músculo y no el nervio.
- Masaje: mejora la circulación y el metabolismo local.
- Férula bucal: está indicada cuando la asimetría facial es de tal magnitud que limita las funciones de alimentación y comunicación.
- Parche ocular de uso nocturno: se recomienda en pacientes con incapacidad para ocluir el ojo durante el sueño.
- Reeducación muscular pasiva y activa frente a espejo: las principales acciones van encaminadas a lograr el correcto funcionamiento de la oclusión del ojo y de la boca.
EJERCICIOS DE REHABILITACIÓN PARA LA PARÁLISIS FACIAL
Ejercicios activos asistidos
La etapa inicial de una parálisis facial se caracteriza por asimetría en reposo, movimientos mínimos voluntarios y daño funcional severo que imposibilita algunas de las actividades de la vida diaria.
En estos primeros momentos debe ser el fisioterapeuta el que se encargue de realizar los movimientos faciales con sus dedos en el lado paralizado.
Ejercicios activos
Se realizan frente a un espejo. Sin ayuda por parte del paciente se le van a pedir diferentes movimientos:
- Contraer los labios como si se fuera a dar un beso.
- Dilatar el ala de la nariz hasta levantar el labio superior y enseñar los dientes.
- Expulsar aire lentamente, como soplando por una cañita.
- Sonrisa amplia dirigiendo la comisura labial hacia afuera y atrás.
- Apretar los dientes lo más fuerte posible.
- Arrugar el mentón.
- Elevar y juntar las cejas.
- Cerrar los ojos.
- Reproducir vocales o consonantes de manera exagerada con la boca.
- Silbar y soplar.
- Llenar los carrillos de agua.
- Siempre que no haya contraindicación, masticar chicle por el lado afectado.
En Clínica Columbia contamos con grandes profesionales especializados en fisioterapia neurológica en Bilbao y en patologías del Sistema Nervioso Central y Periférico, así como en tratamientos adaptados para parálisis facial, rehabilitación tras ictus y enfermedad de Parkinson, entre otros. Visítanos en cualquiera de nuestros centros en Bilbao, Barakaldo o Basauri y te brindaremos la mejor solución posible a tus problemas.