Deportes de riesgo, calles mojadas, baldosas deslizantes, tacones de vértigo... Todos hemos sufrido en alguna ocasión de nuestras vidas un esguince de tobillo y conocemos la importancia de un correcto tratamiento para evitar secuelas y problemas crónicos.
Y es que algunas personas con esguinces graves o reiterados pueden llegar a tener dolor y debilidad articular de por vida. Los ejercicios de rehabilitación son esenciales para asegurar que el tobillo sane por completo y para que no se produzca una nueva lesión. En este artículo te vamos a contar qué es un esguince de tobillo, los grados y los síntomas, y cuándo es recomendable empezar la rehabilitación.
¿QUÉ ES UN ESGUINCE DE TOBILLO?
Un esguince de tobillo es una distensión o alargamiento excesivo, con o sin rotura, de los ligamentos que forman parte de la articulación del tobillo. Cuando las articulaciones son forzadas a moverse en una posición antinatural, se producen roturas en estos ligamentos. Esto es lo que se conoce como entorsis o esguince.
La articulación del tobillo la componen estos tres huesos: tibia, peroné y astrágalo. Los ligamentos que se encuentran en el tobillo cumplen la función de estabilizar la articulación. Los más importantes y los que con mayor frecuencia se ven afectados en los esguinces son los ligamentos laterales externos.
GRADOS DE ESGUINCE DE TOBILLO
Los esguinces se clasifican de acuerdo a la gravedad de la lesión en tres grados:
- Grado 1 (leve): cuando sólo se produce un estiramiento o distensión de las fibras ligamentosas.
- Grado 2 (moderado): cuando existe desgarro parcial del ligamento sin llegar a rotura total. Los esguinces moderados pueden acompañarse de roturas óseas y requieren inmovilización con escayola o férula dorsal.
- Grado 3 (grave): cuando hay un desgarro considerable o total de las fibras ligamentosas con rotura total del ligamento asociada o no a rotura ósea. Requiere tratamiento quirúrgico para unir el ligamento.
El esguince de grado 1 o leve es una ligera distensión que se soluciona con fisioterapia de manera ágil y sencilla. No hay que inmovilizarlo, y el tratamiento ha de ser precoz. El paciente puede seguir caminando con una leve molestia. La inflamación suele ser leve y en muchas ocasiones no aparece hematoma. La recuperación es de entre una y dos semanas.
El esguince de grado 2 o moderado se trata de una distensión ligamentosa con rotura parcial. El edema o hinchazón surge casi en el mismo momento de la lesión. El paciente puede caminar con grandes dificultades y dolores. No necesita inmovilización, y necesitará un tratamiento fisioterapéutico de 2 a 5 semanas de duración.
El esguince de grado 3 o grave necesita tratamiento quirúrgico. El edema y el hematoma son evidentes desde el primer momento. La persona no podrá caminar después del esguince ya que el dolor y la inestabilidad lo harán imposible. Es importante inmovilizarlo y requerirá de un tratamiento de rehabilitación importante de 3 a 6 meses de recuperación.
TRATAMIENTO PARA EL ESGUINCE DE TOBILLO
Por lo general, en esguinces de grado 1 y 2 el tratamiento se basa inicialmente en reposo, frío, inmovilización, elevación y posteriormente fisioterapia. Se recomienda:
- Reposo con la extremidad elevada para facilitar el drenaje del edema y que el pie no se hinche.
- Aplicación de frío local para disminuir la inflamación, el dolor y el tiempo de recuperación. Se recomienda 10 minutos cada 2 o 4 horas durante las primeras 72 horas.
- La inmovilización más adecuada depende del grado del esguince. Puede ser desde una tobillera hasta un yeso o férula.
- Toma de antiinflamatorios según receta médica.
Nunca hay que inmovilizar un esguince de tobillo de grado leve, ya que una inmovilización total con escayola o yeso no supone más que un perjuicio para la curación de este tipo de lesión en el tobillo, favoreciendo las secuelas o la cronificación y facilitándose que se convierta en un esguince repetitivo.
Antes bien, se recomienda la aplicación de un vendaje funcional que permita la movilidad parcial e incluso el ejercicio moderado mientras va disminuyendo la inflamación del tobillo y se va produciendo la curación del mismo.
EJERCICIOS DE REHABILITACIÓN PARA EL ESGUINCE DE TOBILLO
La rehabilitación de un esguince de tobillo debería empezar a partir del cuarto día. Se trata de un tratamiento en 3 fases para esguinces leves o moderados.
- 1ª Fase (tratamiento para un esguince de tobillo en estado agudo, primeras 72 horas). Reposo absoluto con el pie en alto y frío local. Aplicación de un vendaje circular para que el edema no crezca demasiado. También se recomienda realizar un masaje tipo bombeo para conseguir que el hematoma que aparece después de un esguince de tobillo se absorba con mayor facilidad.
- 2ª Fase (3-10 días). Reposo relativo. En esta fase podemos empezar a realizar ejercicios de recuperación de la movilidad. Se puede iniciar lentamente el apoyo progresivo con muletas, según la tolerancia al dolor del paciente, pero sin forzar. También se puede usar tobillera con cordones u ortesis semirrígida de tobillo. Una alternativa son los vendajes funcionales o elásticos. Asimismo, se pueden empezar a hacer ejercicios isométricos.
- 3ª Fase (10-20 días). A partir de los 15 días se recomienda el uso de una media de compresión o tobillera, mejor con banda pronadora del antepié hasta la completa desaparición de los síntomas. Continuar realizando ejercicios de fortalecimiento, y a partir de las 3 o 4 semanas, ejercicios propioceptivos. No hacer deporte hasta pasado ese tiempo.
La fisioterapia para el esguince de tobillo es beneficiosa para todos los casos, y la puede hacer el paciente en casa. Si te es más cómodo, también puedes acudir a una clínica de rehabilitación como Clínica Columbia, donde contamos con fisioterapeutas expertos en rehabilitación traumatológica.
Existen varios tipos de ejercicios adecuados para cada fase de la recuperación:
- Ejercicios de amplitud de movimiento: comienzan inmediatamente después de la lesión.
- Ejercicios isométricos: sin mover la articulación.
- Ejercicios de estiramiento: para estirar el tendón de Aquiles tan pronto como puedas hacerlo sin dolor.
- Ejercicios en descarga de movilización articular: como los de bandas elásticas, pero sin elástico y sin cargar peso.
- Ejercicios de fortalecimiento con bandas elásticas: cargando el peso del cuerpo sobre el pie.
- Ejercicios propioceptivos (de equilibrio y control): para recuperar la estabilidad y seguridad del apoyo del tobillo.
Los ejercicios de estiramiento deberían seguir haciéndose a diario y en especial antes y después de las actividades físicas para prevenir nuevas lesiones, incluso aunque creas que el tobillo está curado.
Para ejercicios en carga no es aconsejable empezar antes de 3 a 6 semanas, dependiendo de la gravedad del esguince, pues es el tiempo que tarda en remodelarse el colágeno, en tanto se cicatriza y fortalece el ligamento.
Hay que dejar claro que estos consejos y recomendaciones son sólo a título orientativo y no pretenden en ningún caso sustituir la valoración de un profesional de la salud. Si te has hecho un esguince de tobillo, lo mejor es que busques atención médica, y luego, ya con el diagnóstico, acudir a un fisioterapeuta, que es el profesional más indicado para recuperarte después de esta lesión.
En Clínica Columbia contamos con los mejores centros de fisioterapia en Bilbao y Bizkaia, y estaremos encantados de atenderte.